—Oye, ¿cómo están las cosas con Sole? —En cuanto dije su nombre se le formó una enorme y ridícula sonrisa.
—Bien, las cosas están muy bien con ella —canturrea con cara de enamorado.
—Me encantaría que te expliques —le pido.
—Bueno, verás... —se toma unos segundos—. Ella y yo, como que nos hicimos algo más serio —no entendí nada y, mierda, ¿Erik está nervioso?
—Habla claro Erik, ¿cómo es eso de "algo serio"? —arqueo una ceja.
—Bueno, nosotros nos vamos a seguir viendo; somos una pareja ahora —dice, con una sonrisa bobalicona.
—Mierda, y yo llenándote la cabeza con mi jodido y patético dramatismo. Te felicito —lo arrastro hacia mí para abrazarlo.
—Gracias.
—Con razón tenías esa sonrisa estúpida grabada en la cara —lo acuso, riendo.
—Vamos a dormir, así estás bien despierto cuando te golpeen —me hizo acordar que sí, efectivamente, iban a golpearme hoy, y la afortunada iba a ser Lina.
Camino un poco mareado hasta la cama y trato de ordenar mi cabeza antes de dormir, pensar qué puedo decir