— ¿Problemas en el paraíso? —pregunta el rubio, divertido.
—Por culpa de tu amigo Erik y su m****a de cuentos de hadas.
—¿De qué hablas?
—Tu primo se quiere casar, y todo se lo debo al corazón Shummy de Erik... M****a —escupo, golpeando el escritorio.
—¿Shummy? ¿Qué carajos es eso? —pregunta riendo.
—Una golosina de gelatina.
—Ahora entiendo —Ríe—. No le echa la culpa a Erik, él no tiene nada que ver en los sentimientos de mi primo —declara, al tiempo que toma asiento en donde estaba Alex minutos antes.
—No hablo de sentimientos; Desde que Erik le pidió matrimonio a Sole, Alex también quiere.
—¿Y tú no quieres? —se interesa.
—No —mascullo mirándome las manos.
—¿No lo amas? —Vuelve a cuestionar.
—Sí que lo amo, pero ¿eso que tiene que ver con casarse?
—No sé, todas las mujeres siempre se quieren casar con el hombre al que aman, y sueñan con formar una familia.
—Yo no soy como las demás mujeres —le aclaro.
—Ya me di cuenta —murmura con la mirada al suelo, luego la levanta y vuelve a hab