NIKOLAI
La idea de perderla, hacer que se aleje de mi siquiera pensarlo me atormenta y sentir que avanzamos un poco me hace no querer arruinarlo. No mentí sin embargo le he contado la mitad de la verdad que ella quiere escuchar.
El peso de Aria contra mi hombro era liviano, su respiración tranquila.
Había insistido en ver una serie, algo para mantener su mente ocupada, para fingir que nada había pasado. Pero yo conocía esa mirada perdida en sus ojos, el esfuerzo silencioso por contener todo lo que sentía. Cuidarla y estar en lo que ella quería pasaron dos días, me encanta cuidarla y estar atento con ella. Quedó encantada con Dex, el maldito perro volvió a aparecer en mi penthouse. Le doy más atención a un perro que a mi que me consideró su novio aunque no lo haya pedido formalmente. Pero eso va a suceder y lo haré de inmediato.
Así que la dejé apoyarse en mí, sin decir nada, hasta que finalmente su cuerpo cedió al sueño.
Deslicé un brazo con cuidado, asegurándome de que no se desperta