Nikolai

Rio en mis adentros por la tela rosa en la palma de mi mano. Hace unos segundos dejé a Aria en la entrada de su casa, la manera en la que se sonrojo cuando sintió a mi amigo pararse y ella sentirlo entre sus piernas, mientras que yo contenía mis ganas de follarla en el coche…ella sin bragas y yo con mi calentura al borde de mandarlo todo a la mierda.

Por más ganas que tenga de ella no pienso hacerla sentir obligada a acostarse conmigo. Lo que menos quiero es que me odie y me tenga miedo, no soportaría su indiferencia.

—¿En qué me estoy convirtiendo? —me hice la pregunta más difícil que me he hecho en toda mi vida.

Estoy obsesionado con ella sin embargo no puedo dejar de pensar en que todo eso sea un enamoramiento. Jamás lo he vivido, pero tengo un claro ejemplo. Y ellos son mis padres, no

soy imbécil. El tipo de amor que ellos se tienen no es como el que puedes ver en las personas corrientes en las calles o en los parques. Sino todo lo contrario, la palabra que describiría per