¿Alguna vez te has despertado sintiendo que estabas soñando? O como si todo lo que te estuviera pasando no pudiera ser real. Así me sentía. Si no fuera por el dolor en mis huesos, ni siquiera creería que esto estaba ocurriendo, ya que no podía ser real. Sin embargo, sentía el calor de Liam envolviéndome. Un recuerdo que había tratado de olvidar durante seis años, regresó de golpe.
Estaba corriendo hacia afuera, justo el día siguiente de la charla con mi mamá en la que me explicó que éramos humanas viviendo dentro de una manada de hombres lobo. Estaba tan confundida. ¿Liam siempre lo había sabido? ¿Cómo era posible que yo no supiera nada?
Crucé la calle corriendo y entré por la puerta principal de la casa de Liam, al no encontrarlo ni en la sala ni en la cocina, subí a su habitación. Al no hallarlo allí tampoco, bajé a la sala de juegos. ¿Dónde estaba?
La mamá de Liam me llamó, diciéndome que estaba en el patio trasero, así que salí corriendo. Cuando llegué, lo vi con sus otros amigos: