Mariano se sentía furioso en el momento en el que Isabel despotricó, de verdad algo dentro de él se sentía al borde de hacer una estupidez, por lo que optó por salir rápidamente de ahí.
Al llegar al departamento de Jezabel, a diferencia de las ocasiones anteriores en las que ella corría a atenderlo y complacerlo rápidamente, en ese momento solo lo miró de reojo y únicamente sonrió con coquetería. —¿Isabel te echó de nuevo? —Mariano frunció el ceño y torció la boca.
—¿Ya no piensas actuar? ¿Crees que solo por tener un niño en el vientre podrás controlar algo de mi familia? ¿No te creías muy lista? El día que pases sobre mi madre te llamaré esposa jajajaja.
Jezabel rechinó los dientes al entender de lo que hablaba, por un instante podría decirse que sí lo creyó, creyó que mientras estuviera embarazada, sería fácil deshacerse de Isabel, ella se percató del gran cuidado que Samantha ponía en ella, desafortunadamente para ella, la inutil también quedó embarazada, afortunadamente, el mi