Leonard
Había aceptado colaboraciones con varios empresarios para potenciar la empresa, aunque debo admitir que no todas las decisiones fueron tomadas con gusto. En especial, una que me causa bastante incomodidad: Dimitri, un empresario ruso con un historial ambiguo y una mirada que nunca inspira confianza. Desde el principio supe que había algo en él que no cuadraba. Pero era difícil ignorar su propuesta: aportó un porcentaje importante que ayudó a elevar nuestras ventas, sobre todo con la nueva línea de fragancia árabe que lancé recientemente. No puedo negarlo, ha sido un éxito. Estamos entre las marcas más vendidas del último trimestre y eso, en parte, se debe a esa colaboración... la inversión que hice fue beneficioso.
Sin embargo, llevarnos bien ha sido un esfuerzo constante. Ya llevamos más de un mes tratando de mantener una relación profesional cordial, aunque cada vez que lo veo siento que hay algo detrás de su sonrisa contenida. Como si me guardara rencor por algo que descono