7. ÁRNYÉK, EL PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS
ÁRNYÉK T:
Siempre que se habla de vampiros, todos inmediatamente piensan en un muerto viviente que no tiene hijos y que, para mantener su vida, debe alimentarse constantemente de sangre. Sin embargo, nadie sabe que existen vampiros nacidos de la madre Lilith, los Lilim. Condenados a vivir tomando la vida de otros para sostener la propia, son los súcubos e íncubos. Privados de almas, sus cuerpos físicos no logran mantenerse vivos por sí mismos, por lo que beben sangre.
Mi madre es otra excepción a la regla, como yo. Su nombre es Aloqua, hija de Lilith, legítima princesa, y que nació normal. Es una vampiresa que me tuvo a mí en su unión con un ser sobrenatural muy poderoso y que no me ha querido decir quién es. Me escondió por siglos para que nadie supiera que existo. Soy el príncipe heredero del reino de las tinieblas.
Aunque permanezco oculto, todos los vampiros conocen de mí y me temen. Con solo mirarlos, puedo extraer toda su esencia y acabar con su existencia. Sin embargo, existe