C134: Prométeme que cuidarás de él.
Durante meses, Somali había permanecido en una calma que nadie se atrevía a interrumpir. Su vientre había crecido, volviéndose redondo y sereno, y en sus ojos volvía a reflejarse la luz. El equilibrio que habían logrado gracias a la conexión con Dorian parecía funcionar. Zeira seguía observándola con atención diaria, anotando cada cambio, cada latido, cada respiro profundo que la Luna daba en ese cuarto que ahora olía a hierbas, a infusiones suaves, y a vida.
Somali incluso había comenzado a hacer pequeños recorridos diarios por los alrededores. Salía con Dorian al amanecer, cuando la niebla aún rozaba las copas de los árboles, y caminaban en silencio entre las raíces, tomados de la mano, hablando de cosas simples: del futuro, del bebé, del nombre que podría llevar si era niño o si era niña. A veces, Somali llevaba flores de regreso, y esas flores ya no morían al tocar su piel. Su energía se mantenía estable y su aura ya no hervía de desequilibrio. Todo parecía en orden.
Hasta que dej