El café se derramó sobre mi falda cuando vi el correo electrónico. Maldije por lo bajo mientras intentaba limpiar la mancha con una servilleta, pero mi atención seguía fija en la pantalla. El mensaje era claro: "Proyecto Blackwell-Horizon, asignación prioritaria: Sophie Laurent y equipo legal principal".
Dejé caer la servilleta húmeda sobre el escritorio. Tres días. Solo habían pasado tres miserables días desde que me prometí a mí misma mantener distancia profesional con Nathaniel. Tres días de respuestas cortantes, reuniones canceladas y excusas para no quedarme a solas con él. Y ahora esto.
—¿Has visto el correo? —Melissa asomó la cabeza por la puerta de mi oficina, con una expresión que mezclaba curiosidad y preocupación—. Es el proyecto más grande del trimestre y Blackwell pidió específicamente que fueras tú quien lo liderara.
—Lo estoy viendo ahora mismo —respondí, intentando que mi voz sonara profesional y no traicionara la tormenta que se desataba en mi interior.
—Sophie... —Me