La llamada a Emma.
La información que los CEOS le estaban dando a Rafael, provocó que el hombre bajara con mucho trabajo un pie de la camilla, le dolía si, pero no le. importaba.
— ¡Rafael! ¿Qué estás haciendo? ¡Sabes bien que no debes levantarte todavía, debes esperar a que tus heridas saben un poco, quedamos en que ibas a ser más consciente de tu situación!
— Ese desgraciado se aprovechó de la situación para irse con Emma, ¿Creés que sabiendo eso me voy a quedar de brazos cruzados? ¡Iré a buscarlos, ella no puede... no puede corresponderle a ese hijo de puta, maldito sapo!
— Súbelo Doménico, no puede bajarse de la camilla, se le podrían abrir los puntos, escucha Rafael, mientras tus heridas no sanen y te quiten los puntos, no podrás hacer nada.
— Ahhhgrr... Denme mi teléfono para llamarla.
— ¿Tú teléfono...? Ah si, aquí está. — Alexander levantó la mirada para ver las manos que su amigo tenía vendadas, era obvio que no podría tomarlo y marcar por el mismo.
— Esperen, yo le voy a marcar a