La pasión de la noche de bodas.
A Dominic se le crisparon los cabellos al escuchar a su esposa decirle que le estaba doliendo la pierna, con eso no debían ser negligentes. El joven CEO se preocupó enseguida.
— ¡No puede ser, sabía que no debías esforzarte demasiado, ahora tenemos que llamar al doctor para llevarte al hospital! — El CEO encaminó sus pasos de nuevo de regreso a la casa.
— ¿A dónde creés que vas? ¡Vuelve aquí Dominic, no voy a ir al hospital en mi noche de bodas!
— Tenemos que llamar al médico si, o si, no podemos confiarnos, Kei. iré por tus padres, si cometo un error nos puede costar muy caro.
— Estás exagerando, solo llámalo y que me revise en la villa, no preocupemos a mis padres son razón.
El gemelo se quedó pensando por unos momentos, debía actuar con responsabilidad.
— Está bien lo llamaré en el camino, pero si él dice que necesitas ir al hospital, entonces te llevaré y llamaré a mis suegros, ¿Está claro?
— Siii, está claro, pero que genio el tuyo. Deberías de aprovechar para