El verdadero rival a vencer.
El CEO por fin había sabido por qué esa noche Emma estaba tan mal, era a causa de la mala experiencia que había vivido con ese bastardo mujeriego. Y también supo que ella siempre lo ha tenido en su corazón. Eso tranquilizó su corazón.
Al llegar a la compañía, apenas entraron a la oficina, el asistente Rogelio le dió un mensaje.
— CEO Mendoza, el enviado que representará los intereses de su abuelo ya está en la empresa, dijo que apenas usted volviera se presentaría personalmente con usted.
— ¿Ya está aquí...? — El empresario pensaba que su abuelo estaba actuando de forma rápida, y que seguro tenía un plan de respaldo. — Llámalo, dile que venga a verme. — Ordenó en su modo presidente, ese que te hacía erizar la piel.
— Te traeré un café, enseguida vuelvo. — Emma se ofreció a llevarle un café para que se relajara, lo sentía estresado aunque el no se lo quisiera dejar ver.
El hombre asintió y se concentró en su computador. Necesitaba saber que era lo que el viejo amo de los