Capítulo 49. Un motivo fuerte.
Amy Espinoza.
Él siguió besándome con una pasión que me desbordaba, Sus besos dejaban un camino ardiente en mi cuerpo, cada toque multiplicaba un sinfín de sensaciones en mí, que me dejaban sin aliento.
Lo aparté de mí, poniendo distancia entre nosotros, sentía la cabeza darme vueltas. Sus palabras resonaron en mi mente: ¿casarme con él? Era una locura. Y, sin embargo, cuando lo miré a los ojos, no vi ningún indicio de engaño o burla. Hablaba en serio.
—Esto es una locura —susurré, más para mí misma que para él. —No puedes casarte con una desconocida.
—Sé lo suficiente de ti —respondió con voz baja e intensa. —Sé que eres fuerte, que eres una luchadora. Y con eso me basta.
Negué con la cabeza, tratando de aclarar mis ideas.
—No lo entiendes. Yo no soy... No soy quien tú crees que soy. Y en este momento no creo que sea la mejor compañía. Estoy rota, Max. Soy mercancía dañada.
Sus dedos se apretaron sobre mi cintura.
—Estás equivocada. Porque tú eres un diamante que ha estado enterrad