SINOPSIS Ivanna Kridmman, es una especialista en pediatría que siente que su vida se encuentra realmente realizada al lado del hombre que le ayudó a superar una traición amorosa. Cuando piensa que es la mujer más feliz del mundo, al lado de su novio y futuro esposo, Jordán McCarthy, una tragedia la reencuentra con su antiguo novio, Maximiliano Freetman. El hombre que le había causado tanto dolor en el pasado. Él, al verla llegar nuevamente en el Condado de Norfolk, después de ochos años sólo piensa en conquistarla y esta vez no va a permitir que ella se le vuelva a desaparecer de su vida, así tenga que enfrentarse a su propio hermano, para conquistar nuevamente el amor de su vida. MEMORIAS DE MI HERMANA Y YO Un amor que intenta sobrevivir a pesar de las traiciones del pasado. En el texto se narra una historia de drama, traición, reencuentro, amor, celos, deseo, pasión y erotismo. Mayores de 18 años, Alto Contenido Erótico y descriptivo. Formato digital. Prohibida su copia o adaptación. Reservados todos los derechos a su autora. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. DEPOSITO LEGAL: TA2021000039 ISBN: 978-980-18-1910-3 Autora: Helen Vivas
Ler maisOchos años han pasado y una trágica noticia.
Mi madre y yo íbamos en el primer vuelo que encontramos hacia Boston Massachusetts. Las dos estábamos abrazadas y desbordando nuestras lágrimas, la una a la otra. Yo, luchaba con mi cuerpo, para tratar de sumirme en una fortaleza inexistente y poder consolar a mi madre y a mi padre. Quien también debe de estar desesperado, con la repentina muerte de mi hermana Gianna.Llegamos al aeropuerto y nos encaminamos hacia nuestra antigua casa. Ubicada en el Condado de Norfolk. Cuando estuvimos al frente de esta, los recuerdos y la nostalgia nos invadieron a las dos. Sentí sólo el rugir de la puerta cuando era abierta. Al instante, salió mi padre abrazándonos desesperado a ambas. Lo cual me partió el corazón, nunca había visto a Ethan, llorar y mucho menos de una manera tan desgarradora. Mi padre, se desesperó aún más, abrazándonos a ambas, en un llanto incontrolado. Sentía que mi corazón iba estallar y las lágrimas correr, pero tenía que ser fuerte y controlar mi dolor, para proteger a mis padres. Entramos las maletas y las dejamos en la sala.
─ ¿Dónde está? ¿Dónde la tienen? ─ Gritaba mi madre desesperada.
─ Cálmate, Samantha ─ le decía mi padre, consolándonos a nosotras y a él mismo. Minutos después, llegamos al acto del velatorio el cual habían preparado los Freetman. Lentamente caminamos hacia donde posaba mi hermana. Mi madre, se desplomó sobre el suelo, cuando vio a mi hermana tendida sobre la caja de madera, finamente tallada; donde yacería eternamente a partir de este momento. Mi padre la tomó entre sus brazos y la acomodó sobre un sillón. Mis lágrimas rodaban por mi rostro y mi cuerpo se llenaba de impotencia, por más que quisiera reprimir el dolor, para no decaer frente a mis padres, no lo lograba. Había momentos, en que sentía que mi cuerpo se resistía. Andrew y Hailey, se acercaron inmediatamente y nos ayudaron con mi madre. Andrew le brindó los primeros auxilios, luego me rodearon en un caluroso y silencioso abrazo.─¿Tía Ivanna llegaste? ─ giré mi cuerpo cuando escuché los pequeños grititos que corrían hacia mí y los bracitos de mi pequeña sobrina, se ciñeron muy fuertes alrededor de mi cintura, ahogando su hermoso rostro bañado en lágrimas sobre mi cuerpo.
─ Claro que sí, mi pequeña ─ le respondí colocándome a su altura. ─ Tía, Ivanna. Mi mami ya no estará más con nosotros ─ Pronunciaba entre sollozos mi pequeña. Llena de impotencia la abracé. Protegiéndola con mis brazos para cobijarla en mí pecho. ─ Ella ahora está en el cielo y desde allá te protegerá y te amará cada día más ─ le susurré a mi pequeña sobrina. La pequeña, levantó su pequeño rostro de mi pecho, mostrándome sus enrojecidos ojitos.─ Te amo pequeña ─ le dije depositando un beso en su frágil mejilla. ─ Yo también te amo tía, Ivanna. ─ respondió mi sobrina, con sus ojitos llenos de dolor y sus mejillas humedecidas por la humedad de sus lágrimas.─ Ven, vamos. Saluda a tú abuela, Samantha. ─ Le dije caminando hacia donde estaban mis padres.─Abuelita, ¿Tú también viniste? ─ Le preguntó la pequeña dentro de su inocencia a mi madre. ─ Claro que sí, cielo ─la recibió mi madre, sentándola entre sus piernas. Abrazándola con fuerza. Una hora más tarde llegó Valerie, rodeándome con sus brazos. ─ Ivanna ¿Cómo estás? ─ Me preguntó entre la alegría del encuentro, después de varios años y la tristeza del momento. ─ Desconsolada amiga. ─ Respondí limpiando mis lágrimas con el dorso de mis manos. ─ Lo sé, Ivanna. Esto ha sido algo inesperado. ─ Musitó observándome─ ¿Qué sucedió Valerie? ─ Pregunté, tratando de que el llanto contenido no me ahogara.─ Todavía no lo sabemos bien. Solamente sabemos que viajaba con Noah, hacia Plymouth. Allí sucedió el accidente. ─ Informó.─ ¿Con Noah? ─ Pregunté frunciendo el ceño y extrañada. ─ Sí, él está grave, debatiéndose entre la vida y la muerte. Su padre, también está hospitalizado, ya que con la noticia sufrió un infarto. ─ ¡Dios¡ ¿Cómo pudo suceder esto? ─ Susurré aún extrañada. Cuando dirigí mi visión hacia la entrada de la funeraria donde estábamos lo vi. Después de ocho años allí estaba él nuevamente frente a mí; con su profunda mirada, color ocre; con su cabello, de un color rojizo desafiante; mi cuerpo se estremeció con la profundidad de su mirada, mi corazón se aceleró y mis piernas se debilitaron.─ Papiiii ─ gritó mi pequeña sobrina, corriendo hacia los brazos de su padre. Ven papi, le decía guiándolo hacia mí. Tía Ivanna llegó. ─ Hola, Ivanna. ─ Saludó, recorriéndome con una mirada triste mi cuerpo, observando mi rostro con asombro y dándome un abrazo. El cual me sorprendió, pero que sin darme cuenta se lo correspondí, quise finalizarlo, pero él lo impidió presionando aún más sus brazos. Las sensaciones que recorrieron mi cuerpo, me hicieron sentir miedo a la reacción que estaba surgiendo en él. Reacción que había creído olvidada en el pasado. Lentamente sus brazos fueron aflojando y abandonando mi cuerpo, aunque no completamente. ─ Me alegra verte, Ivanna. ─ Musitó, depositando un beso en mi mejilla. Levanté la mirada cuando sentí sus mejillas humedecidas. Y sí, allí estaba él llorando. Esta vez fui yo la que lo abrazó y lloré junto a él, mientras me acunaba en su pecho después de ocho años sin verlo, ni sentir sus abrazos.Me acomodé al lado de mis padres tratando de buscar refugio entre los tres, pero era un acto imposible. El dolor era desgarrante no sabía que dolía más si el alma, el pecho o mi corazón, ni siquiera sabía cómo consolar a mis padres y a mi pequeña sobrina que lloraba acurrucada en mi regazo, mientras era observada por su padre a poca distancia. Caras conocidas desde mi infancia se hicieron presentes en el acto velatorio. Los cuales hablaban, pero yo no prestaba atención a nadie, todo se escuchaba como un murmullo sumido en el dolor y la tristeza más profunda que he sentido en mi vida. Me sentía perdida, desorientada, sin saber qué hacer y llena de una impotencia desgarradora; observaba a mis padres abrazarse uno a otro intentando darse consuelo entre ellos. Valerie, se acercó rodeando mis hombros intentando darme un consuelo que no llegaba a mi ser en ese momento, por más que intentaba calmarme no lograba contener mis lágrimas.
MEMORIAS DE MI HERMANA Y YO
Un amor que intenta sobrevivir a pesar de las traiciones del pasado.
En el texto se narra una historia de drama, traición, reencuentro, amor, celos, deseo, pasión y erotismo. Mayores de 18 años, Alto Contenido Erótico y descriptivo. Formato digital. Prohibida su copia o adaptación. Reservados todos los derechos a su autora. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. DEPOSITO LEGAL: TA2021000039ISBN: 978-980-18-1910-3Autora: Helen VivasAshley Freetman. Un año antes Estaba acomodando el gorro de fiesta a Jonás, uno de los niños que estaba ingresado en el oncológico infantil. Todos los años nos reuníamos hacer la misma celebración, lo abracé y nos tomamos una linda foto.─ Tengo ganas de vomitar, ─ mencionó el pequeño, ayer le habían hecho la quimio y todavía estaba presentando las secuelas del procedimiento. Su madre, corrió con una bandeja para que el pequeño vomitara, acaricié su espalda mientras expulsaba sus desechos en la bandeja. tío Jordan, llegó en ese momento e inmediatamente se acercó hasta nosotros examinando al pequeño, Jonás. Esta no era su área, pero con frecuencia mi tío, ayudaba a los infantes de oncología, desde que se había mudado al condado con mi tía Abigail y mi abuelo McCarthy. Mi tía Ivanna, llegó para la celebración junto con mis hermanos los mellizos, así como mi tía Valerie, con mi primo Sebastián, unos años mayor que mis hermanos; las enfermeras se acercaron, así como doctores. Todos
Maximiliano & Ivanna Freetman. ─ ¿Qué sucede mi vida? ─ Le pregunté ─ ¡Dios¡ invitaron a todo el Condado de Norfolk, ─ dijo Ivanna, exagerando un poco nerviosa, sonreí porque esas palabras me recordaron a nuestra adolescencia y cuando ella las expresaba en cada fiesta que preparaban. ─ Valerie, me había dicho que era una pequeña celebración. ─ Se quejó observando a la mayoría de nuestros vecinos, familiares y algunos colegas del hospital.─ No te preocupes, cielo. Sabes como son las fiestas para Valerie, ─ le recordé. ─ Tienes razón, debí de suponer esto Valerie, es la wendding planner mas exagerada que conozco, ─ respondió un poco contrariada ya que todavía le afectaba el que dirán, pero a mí eso me tenía sin cuidado, ya que todos sabían lo que en realidad había sucedido.─ Mejor vamos a disfrutar de nuestra fiesta, ─ le dije tomándola de la cintura y dirigiéndola a la pista de baile improvisada, para bailar el vals. El fotógrafo y el videógrafo, no se perdían ninguno de los m
Ivanna & Maximiliano Freetman. *******Ivanna********* ─ Esta ya es la cuarta prueba del vestido, no puede ser que todavía tenga que venir a otra, ─ refuté molesta. ─ Has bajado de peso y el vestido debe quedarte perfecto, ─ intervino Valerie, ella tenía razón, el ajetreo por la boda había afectado mi contextura.─ Yo te veo hermosa, tía. ─ sonrió Ashley. ─ Tiene que estar listo para la fecha acordada, ─ le dije a la modista ya que solo faltaban tres semanas para la boda y yo estaba cansada de correr de un lado para otro. ─ Todo va estar listo hija, ─ Hailey, intervino tomando mis manos. Mi futura suegra tenía razón, por mi bien debía calmarme o este corre, corre me ha tenido demasiado abrumada, ya ni siquiera hablo, sino que ladro y hasta me sentía que no era yo misma.Me dirigí hacia el probador para quitarme mi vestido de novia.─ Se lo llevaré a la modista para que inicie con los arreglos que faltan, ─ pronunció Valerie, quitándome el vestido de las manos. Observé el espej
Maximiliano Freetman Teníamos casi dos semanas que habíamos llegado de los Ángeles, estaba en mi consultorio cuando Valerie, llegó con Samuel, ambos estaban verdaderamente asustados. ─ ¿Qué sucede? ─ Pregunté asustándome al ver sus caras.─ Valerie, a sangrado, ─ mencionó Samuel. ─ Pásala de una vez a mi consultorio, ─ le pedí a mi cuñado. ─ ¿Qué sucede? ─ Preguntó Valerie, preocupada al notar que movía de un lado a otro el transductor sobre el área del vientre y la pelvis.─ Estoy buscando ya que solo veo un solo saco gestacional ─ musité.─ ¿Y mi otro bebé? ─ Preguntó asustada. ─ Posiblemente estas presentando el Síndrome del gemelo evanescente, o desaparecido, esto a veces suele suceder en los embarazos múltiples. Es cuando uno de los embriones no se desarrolla. El útero se ve bien, como si nunca hubiese estado el otro saco, pero has presentado un sangrado y es preferible prevenir un desprendimiento de la placenta y hay que hacer un seguimiento más continuo a tú embara
Maximiliano Freetman ─ ¿Qué sucede? ─ Preguntó Valerie, preocupada. ─ Espera un momento, ─ mencioné para tener total certeza. Ivanna y yo, nos observamos, luego ambos miramos la pantalla. ─ No puede ser, ─ susurró Ivanna. ─ El embarazo es normal y tienes cinco semanas de gestación, solo que creo que no es uno, estoy observando dos sacos, pero debemos esperar una o dos semanas más para salir de dudas ─ mencioné. Ivanna y Samuel, se acercaron más, levanté mi vista y vi a Samuel, que estaba con el ceño fruncido observando la pantalla casi tan pálido como las paredes blancas de mi consultorio. ─ ¡Dios¡ ¿Son dos? ─ Preguntó Ivanna. ─ Creo que si, amor. No estoy totalmente seguro porque un saco esta delante del otro y no me permite revisarlo bien, pero de que estas embarazada es cierto, estas embarazadísima hermana y hasta el momento todo se ve normal. ─ Pronuncié. Después de la evaluación completa de mi hermana indicándole solo suplementos vitamínicos, hierro para prevenir una
Maximiliano Freetman & Ivanna Kridmman─ ¿Es tú padre otra vez? ─ Le pregunté a Jordan, casi segura de ese hecho.─ Sí, él muy desgraciado ha golpeado a mi abuela nuevamente y está hospitalizada, ─ mencionó lleno de furia, preocupación y desesperación por no estar en los Ángeles.─ ¡Oh por Dios¡ ─ se escucharon varias voces en la sala.─ Jordan, ni siquiera hizo las maletas sino que salió disparado para el aeropuerto. Abigail, se fue junto con él y Hailey, Valerie, Maximiliano y yo, lo acompañamos al aeropuerto. ─ Hailey y yo, nos observábamos. Ambas sabíamos de lo que era capaz el padre de Jordan y a pesar de los conflictos entre ella y la abuela del oso, el dolor de su hijo era un dolor para ella.Una vez llegamos a la casa de los padres de mi novio me sentía muy inquieta. Maximiliano, me observaba caminar de un lado a otro, debía esperar que Jordan, llegara a los Ángeles, pero preferí comunicarme directamente al hospital para que me diesen información. Mis nervios se hicier
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