—Quiero más de ti, Damián, más… —suplica Cooper al sentir sus fuertes estocadas que la hacen vibrar y sentir magníficas sensaciones que la hacen gritar y perder la cordura.
—Eres perfecta —Damián la sube sobre el tocador, quedando a un nivel favorable para él, la hace abrir más de piernas y vuelve a entrar en ella con demencia. Al ambos sentirse nuevamente, gruñen de placer. Alice lo envuelve con sus piernas, se aferra bien a la cintura de su esposo, y él la toma de la espalda y del rostro para besarla mientras la hace suya y de cierta forma ahogar sus gemidos.
Sin embargo, las palabras de Thomas lo golpean. Él ama a Alice, y Alice lo ama a él. ¿Pero qué siente realmente él por ella? No quiere lastimarla y quiere descubrir realmente lo que siente por Alice. —No hay otro lugar donde quiera estar, Alice, solo contigo —en medio de sus celos, deseo y temor, esa mezcla de sentimientos lo hizo confesar que ella se está convirtiendo en gran parte de su vida.
Para Alice eso fue muy importante