El hombre que ayudó a Thomas ahora sí sufrirá. Damián lo tenía bajo protección por si aportaba alguna otra información sobre Thomas, pero ahora pagará las consecuencias de sus actos.
Afortunadamente, la hermosa familia regresa a la mansión y Alice no esperaba encontrarlos a todos allí, esperándolos. Todo se sentía tan lindo, tan familiar… y más aún con la Navidad. Ver a Damián tan feliz, con esa sonrisa de oreja a oreja al contemplar a sus hijos, era algo que la llenaba todavía más.
—Te felicito, mi amor —su madre la abraza—. Eres fuerte, eres tan valiente, cariño. Si tu padre estuviera aquí, seguramente te diría lo mismo. Has hecho que nuestro apellido continúe y mis nietos son una gran bendición para ambas familias.
—Mamá… —Alice le toma las manos—. Papá está feliz allá donde esté y siempre vivirá en nuestros corazones. Gracias por estar aquí, siempre para mí. Tenías razón —suspira—: tener una familia es lo más lindo del mundo.
—Cariño —se acerca Damián—, debes ir a descansar. Ander