Gabriella no imaginó que en su noche de bodas su esposo por contrato decidiera consumar el matrimonio. En medio de la noche se deja llevar por la pasión con la que él la toma y se olvida de todo. Al despertar luego de una noche larga, ella se encuentra con un par de ojos azul hielo que la miran con gran intensidad e intriga. Al darse cuenta de que no era su esposo, el miedo y el temor la invaden al pensar que puede ser descubierta. - No temas, no te harán nada- pronuncia como si leyera su pensamiento-. Ahora eres mía y nadie se atreverá a tocar algo que es mío. 0-0-0-0-0-0 ¿Qué hará Gabriella al verse atrapada con un hombre que no es su esposo? ¿Podrá escapar de él o se dejará llevar por los sentimientos que él despertará en ella? ¿Qué hará cuando su relación secreta tenga consecuencias? Descubramos juntos esta historia.
Leer más- Eres la novia más hermosa- menciona ensoñada mi pequeña hermana Fabiola.
- ¿Estás segura de esto? Gabi, no tienes que hacerlo sino quieres- aprieta mi hombro mi mejor amiga.
- Todo saldrá bien, Joseline- menciono al verla a través del espejo de cuerpo entero.
Suspiro dando una última mirada a mi grandioso vestido blanco.
Es entallado y con corte sirena acentuando mis curvas, llevo guantes hasta los codos y el velo es bordado en las orillas.
Mi cabello está recogido con un peinado elaborado que deja al descubierto mi cuello y despejado mi rostro que está ligeramente maquillado.
Salgo de la habitación junto a Fabi y Joseline una vez que nos informan que todo está listo y el novio me espera.
Respiro profundamente antes de iniciar.
Es un abrir y cerrar de ojos me encuentro en una amplia habitación en la mansión Hayes.
La boda fue sencilla por petición de ambos y la celebración todavía continúa, pero yo decidí subir para descansar, aunque la madre de Jonathan piensa que es porque quiero estar con su hijo.
Karina, la madre de Jonathan, me dijo que subiera hasta aquí donde debía prepararme para mi noche de bodas, también dijo que no nos preocupemos por nada, pues es el tercer piso y solo dos personas la ocupan aunque en diferentes lados.
Luego de ver que subía con su reglo en las manos se fue de regreso a la fiesta para avisarle a su hijo que ya lo estaba esperando.
Sé que Jonathan no vendrá y en lugar de molestarme, eso me permite estar tranquila.
Hace seis meses me pidió ser su esposa.
Pero no es como todos se imaginan.
Él y yo nos conocimos hace dos años en la cafetería donde entré a trabajar luego de que mi padre falleció y el dinero empezó a faltar para las medicinas de mi hermanita.
Él se hizo mi amigo luego de descubrir que era hija del amigo de su padre en la infancia y que estudiaba en la misma universidad que él.
El tiempo pasó y nunca hizo algo que me dijera que estaba enamorado de mí y yo tampoco tenía esos pensamientos sobre él.
Sin embargo, hace 10 meses atrás su padre lo empezó a presionar con casarse con alguna joven de buena familia.
Él claramente tenía pareja, pero no era la adecuada para presentar a su familia, ya que no iban a aceptar esa relación por el qué dirán ya que son una familia adinerada con grandes empresas, gracias a uno de los hijos del abuelo de mi ahora esposo.
Por lo que decidieron acudir a mí y al ver los ojos suplicantes de ambos, decidí aceptar con la condición de que en un año cada quien tomaría su rumbo luego del divorcio. Ambos aceptaron y firmamos un acuerdo.
Por eso mismo sé que Jonathan no vendrá esta noche y no es algo que me afecte. No tengo sentimientos amorosos hacia él.
Luego de luchar con las tiras del corsé y que terminaran cortadas por las tijeras que encontré. Me deshago del pesado vestido para ir a tomar una ducha ya que es casi media noche y el cansancio me está matando. Además de las de que las copas que me tomé me dejaron algo mareada ya que no estoy acostumbrada a beber.
Salgo envuelta en toalla y me visto con la lencería que prepararon para esta noche.
Es un babydoll color azul cielo y unas bragas diminutas del mismo color. Todo es de encaje suave y fino.
Dejo mi cabello suelto y me acuesto sobre las sábanas de algodón.
Antes de que el sueño me abrace, siento unas suaves caricias en medio de mis sueños.
Besos húmedos sobre mi hombro y siento como las caricias descienden por mi cuerpo y se detiene en mis caderas apretando con fuerza que me hacen despertar de lo real que todo se siente.
Pero cuando abro los ojos veo la silueta de un hombre.
Imposible.
Jonathan se fue con Taylor luego de que yo subiera a la habitación.
Eso quiere decir que este hombre no es Jonathan.
Siento sus manos acariciar mi cuerpo lentamente mientras sigue repartiendo besos sobre mi cuello y clavícula deteniéndose al borde de mis pechos donde inicia la lencería.
- E_espera, qué es lo que haces- musito entrecortado, pero él no responde.
Mi mente está nublada, pero parece que mis otros sentidos están perfectamente bien. Porque le responde bien.
Baja la tela delgada y comienza a repartir besos alrededor de mis senos antes de llegar a mi pezón.
Me retuerzo bajo su cuerpo, pero a atrapado mis manos a los lados y su cuerpo está sobre el mío evitando que me mueva y escupe, está arrodillado con sus piernas a cada lado de mí.
Mi respiración se vuelve más agitada cuando atrapa mi otro pezón y sin poder evitarlo comienzo a jadear y un gemido se escapa de mis labios cuando lo mordisquea.
Todo mi cuerpo vibra bajo sus caricias.
- Por favor- musito sintiendo calor en todo mi cuerpo.
No sé si estoy suplicando por que se detenga o por que continúe.
Antes de poder decir algo más, él atrapa mis labios de forma posesiva.
Suelto un jadeo cuando muerde mi labio inferior y aprovecha para meter su lengua en mi boca.
Es un beso que me cuesta trabajo seguir ya que nunca había besado a nadie. Y el alcohol no ayuda.
Me relajo entre sus brazos, labios y caricias hasta que ya nada importa.
No sé en qué momento quedamos desnudos, pero ahora él acaricia con sus dedos mi entrada.
Pellizca mi botón de placer antes de meter un dedo en mi interior sin dejar de besar mis labios.
Luego con dos dedos en mi interior me hace explotar de placer, nublando todo a mi alrededor.
Antes de que pueda recuperarme, siento su miembro rozar mi entrada y poco a poco comienza a entrar en mí.
Deja de besarme y en medio de la oscuridad nos miramos a la cara (o al menos yo lo hago, ya que es escasa la luz que se filtra).
Mis piernas están alrededor de sus caderas y él sostiene una de mis piernas y mis brazos están alrededor de su cuello.
- Eres mía- susurra en mi oído una vez que va deslizándose en mi interior, haciéndome estremecer ante la profunda y sensual voz que nunca había escuchado.
Doy un jadeo de dolor al sentir la incomodidad y algo de dolor al sentirlo por completo dentro de mí.
Comienza a moverse poco a poco luego de unos segundos dentro y fuera de mí.
La habitación se encierra en una burbuja de lujuria y pasión. Donde solo se escuchan nuestros cuerpos chocar, jadeos y gemidos al poco tiempo.
Cuando al fin acabamos me voy quedando dormida.
Pero en el último segundo antes de rendirme por completo en el sueño, siento sus brazos atraerme y susurrar algo que no logro entender pues el cansancio es mayor.
.
.
.
Llegamos a casa y Gregorio lo ayuda a llegar a la habitación ya que Joseph tambien se a ido a descansar.- Los dejaremos solos. Necesitan descansar y reponer fuerzas- indica Walter. Se despiden sus hermanas y sus cuñados.- Papá, gracias... por todo- menciona Sebastián mirando a su padre que es el último en la habitación.- No iba a dejar que pensaran mal de mi nuera- me sonríe cálidamente-. Está de mas que yo te diga que estás de licencia. Me haré cargo de la empresa durante el tiempo que sea necesario para tu recuperación- informa.- Puedo hacerlo. Solo es una herida...- Que te pudo costar la vida. Unos centímetros más arriba y no la cuentas, Sebastián- dice con dureza.- Está bien, pero solo un par de semanas y regreso- responde serio.Amo su seriedad. Esa voz grave y profunda que tiene y como su rostro se vuelve inexpresivo.- Si, como digas- hace ademán con la mano como restándole importancia. Gira y me mira-. Cuida del señorito necio. Dale un jalón de oreja si no hace caso- m
Entra Karina y se cruza de brazos.- Puedo explicarlo- me apresuro a decir. Me pondo de pie y me pongo de escudo protegiendo a Sebastián.- ¡¿Crees que esto es un juego!?- exclama-. No deben tener intimidad hasta que esa herida sane o de lo contrario... se infectaría- sonríe coqueta al decir lo último-. Lo digo por experiencia- guiña un ojo y Sebastián hace gesto de desagrado. Yo me quedo confundida.- Esto... nosotros- no sé ni que decir.- Mi padre me contó todo- suspira-. No debiste dejarte influenciar por ese hijo mío- agarra mis manos-. Por favor, perdona a mi hijo.- No le vamos a quitar la demanda. Debe pagar por lo que hizo- menciona Sebastián. Es increíble que aún con bata y una herida en su costado, luzca elegante, poderoso e intimidante.- No estoy pidiendo eso, hermano. Es solo que ella no debe cargar rencor en su pecho- menciona.- No te preocupes, Karina. No le guardo rencor pero debe asumir las consecuencias- ella siente con tristeza.- ¿Podemos entrar?- menciona Anton
Siento el fuerte aroma del alcohol y arrugo la nariz antes de dar un manotazo.- Auch, tonta- se queja la enfermera.- Que mal educada para ser enfermera- murmuro abriendo los ojos lentamente.- Será porque no lo soy- responde ella. La enfoco bien y me doy cuenta que es Joseline.- ¡¡Amiga!!- exclamo feliz y ella ríe.- Vaya, al meno uno de los dos ya reaccionó- menciona.- ¿Sebastián sigue inconsciente?- mi pulso se acelera y lo sé por la máquina que emite un pitido a mi lado.- Oye, cálmate. Sigue con el efecto de la anestesia. Es solo cuestión de minutos para que despierte, según el guapetón del doctor Meller- menciona.- Quiero verlo- menciono.- ¡¿Al doctor?!- cuestiona con sorpresa.- ¡A Sebastián!- Aaaah- alarga la letra y asiente antes de ir a la puerta. Sale por un momento, ingresa una enfermera de edad media con sonrisa amable.- Señorita Evans, que bueno que ya están despiertos- menciona checando la maquina y luego me mira a mí.- ¿Estamos?- cuestiono.- Oh, aún no lo sabe
Gabriella Evans.Veo al idiota de Jonathan acercarse y apunta con el arma en dirección a mí.'Él fue el que disparó a Tamara me imagino que por error''¡Por todos los cielos! El disparo seguro era para Sebastián'Sebastián me aprieta a su pecho y reprime un gruñido de dolor.La sangre en su costado es considerable y me causa panico no saber como ayudarlo.- Tira el arma- ordena Jonathan dando pasos hacia nosotros. Miro a Sebastián y él asiente. La bajo y la pateo en su direccion.- ¡Jonathan, aléjate. Mi madre está muriendo! Debemos irnos- grita Taylor.- ¡¡NO!! ¡¿No entiendes que es por culpa de ella que tuvieras que crecer sin padre!?- Exclama furioso mientras nos mira.- Jonathan, baja esa arma y déjanos ir- menciona Sebastián con calma.'¡¡De donde carajos agarra esa calma!!'- No estás en posición de dar ordenes, tío- lo desafía con la mirada.- Jo... Jonathan- susurra Tamara.Todos volteamos a verla.- Mami, guarda silencio. Debes guardar tus fuerzas- suplica Taylor.- ¡Tamara
Cierro los ojos con fuerza esperando el corte o algo pero no pasa nada.Abro un ojo lentamente y ahí la veo con una sonrisa burlona.- Tranquila, cariño. No pienso dañarte... todavía- muestra una mirada maliciosa antes de girar e irse siendo custodiada por el mismo sujeto que le trajo.- Esta noche nos iremos- menciona Jonathan.- ¿Irnos? ¿A dónde?- lo observo asustada.- A otra cuidad. Es lo unico que debes saber. Ahora es hora de dormir- truena los dedos y uno de los tipos se me acerca con una inyección.- No por favor. Déjame estar consciente- suplico.- Espera, Robles. Dejame a solas con ella- menciona.El tipo me mira como queriendo decir algo antes de asentir y salir de la habitación.Me quedo a solas con Jonathan y siento que el aire me quiere asesinar.Su presencia me pone de nervios.- Deberíamos de retomar lo que quedó pendiente- susurra acercándose.Pasa sus manos por mi cabello y yo trato de alejarme pero es imposible.En eso uno de sus hombres entra a la habitación.- Señ
Sebastián Hayes(Actualidad)- ¿Usted quién es?- cuestiona Carlos con recelo.- Mi nombre es Gerald Evans- dejo escapar el aíre que no sabía que estaba reteniendo.Por un momento juré que era su padre.- Qué es lo que necesita y por qué a venido- menciono con el ceño fruncido. Miro a Antonio con reproche ya que reveló esta ubicación a un desconocido.- Vine a ayudar con la busqueda de Gabriella- comenta mientras se acerca a mí. Joseph se interpone antes de que esté demasiado cerca.- Eres alguien difícil de localizar- sonríe de lado y mira por un instante a Joseph.'Él fue el encargado de complicarle su busqueda'- No sé en qué pueda ayudar. Mi equipo ya está sobre los talones de la responsable- menciono.- Error- niega con la cabeza-. No es ella la responsable- afino la mirada.'Algo no me cuadra'- Sebastián- habla Carlos, lo miro sobre mi hombro-. Jonathan llegó al edificio una hora antes que Gabriella. Y se ve como sus guaruras la sacan del lugar seguido de él y una chica- infor
Último capítulo