La historia se mueve en torno a Alex Caravasile, un CEO guapo y exitoso dueño de una empresa de maquillaje en la ciudad de Soapire en la capital de Venezuela. Aunque su éxito es innegable, su actitud arrogante y exigente ha hecho que su empresa tenga una alta tasa de rotación de asistentes personales. Después de buscar y despedir a varios candidatos, Recursos Humanos decide contratar a una joven llamada Laura Kim, quien no tiene experiencia alguna como asistente personal ya que es graduada con honores en Administración de Empresa y Finanzas, su impresionante inteligencia y habilidades en los negocios la llevarán a quedarse con el cargo. A pesar de su apariencia descuidada y falta de habilidades de maquillaje, Laura tendrá que pasar por muchos obstáculos incluso tener que enfrentarse a su jefe en algunas ocasiones.
Ler mais“Prometido,” respondió Laura, con sinceridad en la mirada. “Pero primero, debemos enfrentar el día a día. Y eso incluye la jornada laboral que tenemos por delante.”Alex asintió, y fue entonces cuando Laura sintió que la presión de la responsabilidad regresaba. “¿De acuerdo, entonces?”, dijo él, intentando suavizar la carga emocional del momento.“De acuerdo.” Ella sonrió, un poco más tranquila, y salió de la oficina, dejando atrás el peso de la conversación. Sentía una mezcla de alivio y deseo, sabiendo que el conflicto entre su vida profesional y su relación personal iba a ser un desafío, pero estaba dispuesta a afrontarlo.La jornada laboral continuó, y aunque ambos actuaron con normalidad frente a los demás, las miradas cómplices y las sonrisas furtivas durante el día hablaban de lo que había sucedido entre ellos. Sin embargo, cuando el reloj finalmente marcó las 6:00 p.m., Laura sintió que el agotamiento la había alcanzado.Laura se despidió de sus compañeros, todos un poco cansa
Laura estaba inmersa en su trabajo cuando, de repente, la puerta de su oficina se abrió. El jefe, Alex, entró con su característico andar seguro y una sonrisa que hacía que el corazón de Laura se acelerara un poco más de lo habitual. La manera en que se presentó siempre irradiaba una mezcla de autoridad y calidez; era un líder natural. Sin embargo, en ese momento, tras la intimidad compartida de la noche anterior, todo se sentía diferente, un poco más cargado de significado.“Buenos días, Laura”, saludó con un tono profesional pero, a pesar de eso, sus ojos parecían buscar algo más allá del trabajo. “¿Pudiste revisar la agenda del día por mí?”“Buenos días, Alex. Sí, aquí la tengo lista”, respondió Laura, intentando mantener la compostura y ocultar la conexión emocional que aún le latía en el pecho.Se levantó, tomando la carpeta que contenía la programación de la jornada. "Los puntos más importantes son la reunión a las 11 con el departamento de ventas y la revisión del informe de ma
El sol comenzaba a filtrarse tímidamente por la ventana de la habitación del hotel. La luz cálida iluminaba suavemente las sábanas desordenadas y el cuerpo de Laura, que yacía todavía en paz, con la respiración tranquila. A su lado, Alex dormitaba, con una sonrisa satisfecha en el rostro. La noche había sido intensa, llena de emociones y descubrimientos, y aunque ambos sabían que la realidad los esperaba más tarde, por ahora solo querían disfrutar del momento presente.Tras unos minutos de silencio, Laura abrió los ojos lentamente y observó el techo, todavía envuelta en un estado de serenidad. Movió suavemente la mano y tocó la de Alex, que aún dormía plácidamente. La sensación de sus dedos entrelazados le provocó una sonrisa tímida y una sensación de calidez que le recorrió el pecho.“Buenos días” —susurró ella, rompiendo el silencio con una voz suave.Alex despertó lentamente, abrió los ojos y le devolvió la sonrisa. Se acomodó un poco y la miró con ternura.“Buenos días” —respondió
Al día siguiente, el ambiente en la oficina era diferente. Laura llegó con una mezcla de nerviosismo y emoción. La tensión del encuentro de la noche anterior aún sentía su eco vibrante en su piel. Al cruzar la entrada, respiró profundamente, tratando de ahogar los recuerdos que la invadían.“Buenos días, Laura”, la saludó Sofía al verla entrar. “¿Lista para otro día en el paraíso corporativo?”“Claro, como siempre”, respondió Laura con una sonrisa forzada. Aunque su mente se distraía con pensamientos de Alex, decidió concentrarse en lo que podía controlar.Al poco rato, mientras revisaba documentos en su escritorio, Alex apareció en el marco de la puerta, su figura atrayendo la atención casi inmediatamente. “¿Tienes un momento?” preguntó, y Laura sintió que su corazón latía más rápido de lo habitual.“Por supuesto”, contestó, tratando de sonar más tranquila de lo que se sentía. Alex entró, cerrando la puerta detrás de él.“Quería disculparme por anoche. No quería que se sintiera incóm
Laura avanzó con curiosidad mientras Alex se acercaba a una estantería de cristal en el fondo de su oficina. Abrió una carpeta con algunos diseños preliminares de la nueva campaña. “Mira” —dijo, señalando una imagen en la que el concepto central estaba destacado. Laura se inclinó ligeramente para verlo mejor, y en ese instante, Alex se movió también para tomar otro documento. Sus cuerpos quedaron peligrosamente cerca. El roce fue sutil. Apenas un contacto entre su brazo y el de Alex, pero la energía que se desplegó entre ellos fue instantánea. Laura sintió el escalofrío recorrer su piel. Ella giró levemente la cabeza, y cuando lo hizo, se encontró con la mirada de Alex, más profunda de lo usual, cargada con algo que jamás había visto antes. “Lo siento” —susurró ella, intentando moverse. Pero Alex no retrocedió. El aire entre ellos cambió, se volvió denso, atrapándolos en un universo que existía solo en ese momento. “No fue nada” —murmuró él, con una voz más baja, más g
Laura avanzó con curiosidad mientras Alex se acercaba a una estantería de cristal en el fondo de su oficina. Abrió una carpeta con algunos diseños preliminares de la nueva campaña. “Mira” —dijo, señalando una imagen en la que el concepto central estaba destacado. Laura se inclinó ligeramente para verlo mejor, y en ese instante, Alex se movió también para tomar otro documento. Sus cuerpos quedaron peligrosamente cerca. El roce fue sutil. Apenas un contacto entre su brazo y el de Alex, pero la energía que se desplegó entre ellos fue instantánea. Laura sintió el escalofrío recorrer su piel. Ella giró levemente la cabeza, y cuando lo hizo, se encontró con la mirada de Alex, más profunda de lo usual, cargada con algo que jamás había visto antes. “Lo siento” —susurró ella, intentando moverse. Pero Alex no retrocedió. El aire entre ellos cambió, se volvió denso, atrapándolos en un universo que existía solo en ese momento. “No fue nada” —murmuró él, con una voz más baja, más g
El sol apenas comenzaba a teñir el cielo con tonos dorados cuando Laura abrió los ojos. El sonido del despertador resonó en su habitación, suave pero persistente. Se estiró lentamente, disfrutando por un instante de la calidez de su cama antes de incorporarse. A su lado, el móvil mostraba las notificaciones del día: correos, recordatorios, y el mensaje de Marta confirmando la reunión de la tarde. En la habitación contigua, Sofía también comenzaba su día. Entre bostezos y movimientos apresurados, salió de su cuarto y se encontró con Laura en el pasillo. “Buenos días, dormilona” —saludó Sofía con una sonrisa mientras pasaba una mano por su cabello desordenado. Laura rió, aún medio dormida. “Buenos días. ¿Lista para otro día de disecciones y casos médicos?” Sofía hizo una mueca mientras caminaban juntas hacia la cocina. “Ojalá fuera solo disección. Hoy tengo una evaluación de diagnóstico clínico, y no estoy segura de que mi café pueda salvarme esta vez.” Laura sirvió dos ta
“Sinceramente, me siento muy motivada” —respondió Laura con sinceridad—. “Es un desafío, pero también una oportunidad para aprender y crecer. Siento que de alguna manera estoy empezando a construir mi camino aquí.”Carlos, que siempre tenía una palabra de aliento, la miró con una sonrisa.“Eso es lo más importante. Cuando uno se siente parte del proceso, las cosas cambian. Además, tienes ideas muy buenas. No te desanimes si a veces parece que todo va muy rápido. Lo importante es mantener ese entusiasmo.”El grupo regresó a sus puestos de trabajo alrededor de la una y media de la tarde, listos para continuar con sus tareas. Laura volvió a su escritorio, donde los informes de ventas la esperaban para ser revisados en profundidad. Su mente aún resonaba con las ideas que había compartido en la reunión, y pensaba en cómo podía contribuir a que la campaña fuera aún más efectiva.Pasaron varias horas en las que cada uno se concentró en sus actividades. Laura se dedicó a recopilar datos, hace
El sol ascendía con suavidad, tiñendo el cielo con tonos cálidos mientras la ciudad despertaba lentamente. En “Los Laureles”, el ajetreo comenzaba temprano. El equipo de trabajo llegaba con energía renovada, entusiasmado por los próximos proyectos que prometían llevar la marca a nuevas alturas. Laura, en su escritorio, revisaba los informes de ventas de la semana anterior.Cada cifra, cada análisis le confirmaba el impacto positivo de la nueva línea de maquillaje, pero para ella, lo más importante eran los mensajes de los clientes. Ver comentarios sobre cómo los productos habían ayudado a las personas a sentirse más seguras y auténticas le llenaba de orgullo.Mientras organizaba la agenda del día, su teléfono vibró con un mensaje de Alexander. **“Reunión con el equipo de diseño en 30 minutos. Tenemos una propuesta interesante que quiero discutir contigo”**. Laura sintió una mezcla de emoción y nerviosismo.Desde que había asumido su rol como asistente administrativa, Alexander le hab