Llegamos a casa y Gregorio lo ayuda a llegar a la habitación ya que Joseph tambien se a ido a descansar.
- Los dejaremos solos. Necesitan descansar y reponer fuerzas- indica Walter.
Se despiden sus hermanas y sus cuñados.
- Papá, gracias... por todo- menciona Sebastián mirando a su padre que es el último en la habitación.
- No iba a dejar que pensaran mal de mi nuera- me sonríe cálidamente-. Está de mas que yo te diga que estás de licencia. Me haré cargo de la empresa durante el tiempo que sea necesario para tu recuperación- informa.
- Puedo hacerlo. Solo es una herida...
- Que te pudo costar la vida. Unos centímetros más arriba y no la cuentas, Sebastián- dice con dureza.
- Está bien, pero solo un par de semanas y regreso- responde serio.
Amo su seriedad.
Esa voz grave y profunda que tiene y como su rostro se vuelve inexpresivo.
- Si, como digas- hace ademán con la mano como restándole importancia. Gira y me mira-. Cuida del señorito necio. Dale un jalón de oreja si no hace caso- m