Antes de poder responder escuchamos su teléfono sonar.
Hace seña de que aguarde y asiento liberando la respiración contenida.
- Dime- responde secamente. Espera unos segundos y lo veo frunce el ceño luciendo molesto-. Bien, que seguridad se encargue en lo que llego- agrega antes de colgar.
- Debo regresar a la empresa. Se presentó un problema- menciona mirando algo en la pantalla antes de voltear a verme con seriedad-. Mi guardaespaldas se encargará de llevarte.
- No hace falta. Puedo irme en un taxi- menciono incomoda.
- No dejaré que te arriesgues a irte sola. Eres mía y debo cuidarte- se pone de pie y me ayuda a pararme.
Caminamos hasta la salida y veo dos camionetas iguales y un auto deportivo color rojo.
- Señor, ya estamos listos- menciona uno de los dos hombres corpulentos que salieron de la camioneta de enfrente y se acercó a nosotros.
- Bien, lleven a... la señorita a su casa- ordena.
No sé porqué pero siento un apretón en mi corazón al escucharlo.
'Creí que diría que era su