Al amanecer, el cuerpo de la reina fue llevado a las dependencias de las sanadoras. Marla y las demás ya tenían todo dispuesto para comenzar el proceso de conservación, de forma que se preservara intacto hasta su funeral. El oficio tendría lugar en diez días, para dar tiempo a que llegaran quienes venían desde el norte.
Después de la aplastante derrota que sufrieran en el invierno, todo indicaba que los vampiros se habían retirado al norte profundo, y sus aliados humanos no tenían recursos ni motivación para disputar a los lobos los territorios que ocuparan. De modo que los lobos de los otros valles y los de la Cuna permanecerían cuidando las nuevas posiciones y la frontera, mientras los miembros del clan de Mael regresarían al Valle para dar su último adiós a la reina.
A pesar de la tristeza que embargaba a todos, y esa sensación inevitable de desconcierto que siem