No puedo perderla

Primero fue una sensación difusa, como si su piel ardiera bajo una brisa helada. Un escalofrío le recorrió la columna y su cuerpo tembló ligeramente sobre la camilla, aunque estaba inconsciente.

Dentro de su mente, su loba comenzó a rugir, a gruñir desesperada, como si luchara contra cadenas invisibles que apretaban con fuerza cada fibra de su ser.

—¡Despierta, Mía! ¡Nos están envenenando! —aulló su loba, su voz hecha de instinto y fuerza salvaje resonando en las profundidades de su subconsciente.

Mía gimió entre sueños, su frente perlada en sudor. El veneno corría ya por sus venas, pero su loba no estaba dispuesta a rendirse. Ella sentía la amenaza con claridad. Un oscuro veneno, lento y mortal, atacando sus órganos, entumeciendo sus extremidades, desvaneciendo su fuerza.

—¡Lucha, Mía! ¡No te dejes apagar! ¡Tienes que volver con él!

En otro punto del territorio, Logan se encontraba aún en la casa alfa, reunido con los ancianos, betas y miembros preocupados de la manada.

La situació
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App