Capítulo 77.
El viaje hacia los límites de nuestros territorios fue prácticamente un borrón.
Los árboles pasaban a los costados como sombras verdes difusas, y el viento me azotaba la cara con ese aroma salvaje que solo los viajes largos pueden tener. Nuestra manada se quedó atrás junto con mamá y Theo, lo cual ya hacía que todo se sintiera distinto.
Éramos solo nosotros cuatro: papá al frente, el lobo blanco siguiéndolo con paso firme, Zayn a mi lado, y yo, tratando de no quedarme atrás.
Zayn ni siquiera preguntó si podía venir, simplemente nos siguió. Supongo que ya sabía que papá no se lo impediría.
Y el lobo blanco… bueno, tampoco tuvo opción. Era mi Guardián, lo quisiera o no.
Así que allí íbamos, cuatro lobos corriendo a toda velocidad bajo el cielo azul de la mañana.
Era emocionante. Nuestra primera misión con papá.
Por fin íbamos a hacer algo importante, algo que nos haría sentir parte real de su legado.
Esa emoción se convirtió en pura adrenalina cuando caía la noche y encendíamos una pequ