Rowan
Salí de la habitación de Clara con el corazón todavía latiendo con fuerza. El sabor de sus labios aún ardiendo sobre los míos.
Mi cuerpo entero estaba en tensión. La toalla apenas lograba cubrir la evidencia de mi deseo. Era simplemente imposible ocultar el bulto que sobresalía con descaro en mi entrepierna, testigo brutal del deseo que me provocaba Clara.
Vi a Edward parado en medio del pasillo, su ceño fruncido y esa mirada de asombro y juicio en sus ojos. Sabía que no habría forma de disimular nada.
—¿Qué mierda…? —dijo, su voz tan baja que apenas la escuché por encima del latido furioso en mis sienes—. ¿De verdad? ¿Con la hija del Beta?
No respondí. No necesitaba hacerlo. Mi cuerpo, mi mirada, la forma en que la había marcado… todo hablaba por mí.
Edward me miró como si hubiera perdido la razón.
—Rowan… —empezó a decir, pero no le di tiempo.
Lo miré directo a los ojos, dejando que mi aura de Alfa hablara por mí antes de caminar hacia mi habitación, sin importarme lo que él v