Capítulo 60: Debo salvarlos.
La tarde llegó más rápido de lo que esperaba.
Habíamos almorzado todos juntos, sentados en la mesa larga del comedor. Preparé guiso de carne con arroz porque era lo único que podía cocinar sin marearme. Nadie se quejó. Todos comieron en silencio.
No era un silencio normal.
Era un silencio pesado.
Todos actuaban como si nada estuviera pasando, pero yo sabía que estaban pensando en lo mismo: el ataque.
Aunque no lo hubieran confirmado, yo lo sentía.
Reyk golpeaba la mesa sin razón. Leo movía la pierna sin parar. Deerk no terminaba ningún bocado.
Lucian revisaba su celular viejo aunque nadie lo llamaba. Lena cortaba verduras sin necesidad, como si solo necesitara mantener las manos ocupadas.
Y Eiden estaba mirando fijamente a mis hermanos.
A todos. Pensando en estrategias aunque no las dijera en voz alta.
Terminamos de comer.
Yo recogí los platos y los lavé. Nadie había pedido que lo hiciera. Solo necesitaba moverme.
Si me quedaba sentada, iba a explotar.
Cuando terminé, todos seguían en