Damián
—Damián y yo vamos a casarnos y estamos preparando la fiesta de compromiso. —exclamó Dasha.
—¡Oh, vaya! ¡Felicidades a los dos! —expresó Eva.
—Muchas gracias. Esperaba esto desde hace mucho tiempo.
—Dasha, ya basta. —La tomé del brazo y la alejé del jardín—. ¿Qué se supone que estás haciendo?
—No tiene nada de malo que sepa que vamos a casarnos.
—Ni siquiera hemos planeado una fiesta de compromiso. Mentiste acerca de eso.
—No, pero en algún momento va a suceder. ¡Me lo prometiste!
—Dasha no te vuelvas insoportable con el tema. Hablamos la última vez.
—No, solo dijiste que aún me considerabas como tu futura esposa y te acostaste, eso no es hablar.
—No quiero hablar de esto otra vez y mucho menos delante de otras personas.
—¿De otras personas o específicamente de ella?
—¡De nadie! —espeté furioso.
Dejé a Dasha en el jardín, este tema del compromiso y la boda me estaba fastidiando. Llegué a la oficina de mi padre pensando que él se encontraba aquí, pero solo ví una com