Estacioné mi motocicleta y caminé hacia una de las bodegas.
—Sabía que vendrías, eres una mujer muy inteligente.
—¿Cómo es que tienes mi número de teléfono? —fue mi primera pregunta.
—Viniste hasta acá y tu pregunta es esa.
—No estoy para juego ¿Qué es lo que quieres?
—Solo quiero negociar, tenemos siete de sus mejores autos; autos que ya estaban destinados a uno de los jeques del oriente, si no cumplen con su trato se verán en graves problemas.
—¿Cómo es que sabes todo ese tipo de información? —se su