Nathan
¿Dónde diablos se había metido? Iba a matarla apenas la encontrara. Era muy consciente de que se trataba de una mentira de mi parte, jamás le pondría un dedo encima a Eleanna, pero no podía evitar sentirme molesto y frustrado al pasar los días y no encontrar rastros de Elle.
Claro, había sido mi error enseñarle a marcharse y borrar su rastro. Cuando teníamos dieciséis, creí que sería muy astuto de mi parte enseñarle como esconderse de los hombres lobos. Para ese momento, pensaba en que Tyler estaba enloqueciendo día tras día, que podría llegar a obsesionarse con Eleanna. La frustración de no poder comunicarse con su lobo, la comenzó a pagar con la amiga con la que creció.
Así que le enseñé, muy minuciosamente, la manera de marcharse sin dejar rastros. También sabía que contaba con dinero a su disposición, como si de manera inconsciente, siempre estuviera preparada para huir. Sabía que su niñez la pasó recorriendo los bosques, huyendo de algo desconocido para nosotros. Y quizás,