—Luna, todos los preparativos están listos —anunció Tyler con solemnidad.
Nos encontrábamos en la sala de reuniones, donde una vez a la semana mi abuelo y varios brujos más, además de los vampiros, nos reuníamos para hablar sobre las posibles estrategias. Nathan estaba al frente, encargándose de todo lo que estaba a su alcance. Me enorgullecía verlo actuar con tanta autoridad y firmeza.
Después de la reunión mi abuelo decidió tomar una charla a solas con el futuro alfa de la manada, quien me miró como si me suplicara por ayuda.
Pobrecito.
—Ya te dije que no me llames así —No pude evitar quejarme.
—¿Cuál prefieres? ¿Luna? ¿Idiota? ¿Su Majestad?
—¿Me llamaste idiota? —fingí estar ofendida.
Tyler negó con la cabeza, haciéndome reír. Nos habíamos vuelto cercanos desde que Nate le ordenó ser mi guardia personal. Al principio fue muy incómodo, pero dejamos nuestras diferencias de lado. Sí, él fue un idiota conmigo, pero se tomaba su trabajo muy en serio.
—Eleanna... —llamó mi atención, poni