128. Momentos íntimos
Amber
El calor de él parecía filtrarse por mi piel mientras las yemas de los dedos de Leonardo trazaban círculos perezosos en la base de mi espalda. Estaba sentada en su regazo, cuidadosa de no presionar el brazo herido, pero cada caricia suya parecía encender algo dentro de mí. Su respiración estaba cerca, caliente e irregular, y podía sentir su mirada quemando mi rostro.
«Amber», murmuró con esa voz ronca que me hacía temblar. «¿Sabes que me estoy volviendo loco, verdad?»
Mordí el labio intentando reprimir una sonrisa. Siempre tenía una respuesta para todo, siempre un argumento para ignorar lo lógico. «Eres tan dramático, Leonardo».
Rio, pero el sonido fue bajo, casi desesperado. «¿Dramático? Docinho, no tienes idea de lo que está pasando por mi cabeza en este momento». Sus ojos capturaron los míos y el tono más serio de su voz hizo disparar mi corazón. «Estoy aquí, contigo, pero no puedo tenerte. No es justo».
Mis dedos se deslizaron hasta los botones de su camisa, uno a uno, mient