129. Momento equivocado
Magnus
Estaba terminando la conversación con el equipo de seguridad, repasando los nuevos protocolos que Leonardo había exigido, cuando mi móvil vibró en el bolsillo. El nombre de la Dra. Gabriela apareció en la pantalla. Pensé que sería sobre Amber, pero el llanto al otro lado de la línea me puso en alerta de inmediato.
«¿Dra. Gabriela?», mi voz salió firme, aunque la preocupación creció al instante.
«Magnus…», logró decir entre sollozos. «Yo… no sé qué hacer…»
«¿Hacer? ¿Qué pasó?». Su llanto se intensificó, tan doloroso y desesperado que pensé que había sufrido un accidente.
«¿Dónde estás?», pregunté mientras ya me dirigía al coche. La adrenalina corrió por mis venas; el tono desesperado de su voz indicaba que algo estaba muy mal.
«En el consultorio», respondió con la voz rota.
«No te muevas de ahí. Voy para allá».
Aceleré por las calles oscuras; mi mente procesando todas las posibilidades. ¿Peter? ¿Martina? ¿O algo peor? Cuando llegué al edificio, las luces estaban apagadas y todo