Nápoles/Italia.
La tensión en el interior de la propiedad de la familia Fiorentini era bastante densa, los ánimos de iniciar una guerra se podía respirar en el aire; Tommaso esperaba ansioso obtener información sobre el paradero de Leonardo para así acabar con su amenaza.
Mientras tanto, Matteo se preparaba para ser nombrado como el nuevo jefe, para él su padre ya era un hombre viejo y había llegado el momento de tomar su lugar a como diera lugar.
Cristina, la menor de la familia Fiorentini era quien tenía mayor necesidad de ser proclamada la heredera del trono de su padre, ella al igual que su hermano estaban dispuestos a hacer lo necesario para despojar a su padre y nombrarse en lo más alto.
Uno de los hombres a cargo de la seguridad en aquella propiedad fue directo a la sala, llevó la mirada directo hasta donde se encontraba su jefe, Tommaso con una seña le indicó que se acercara.
—¿Qué sucede? —preguntó Tommaso sin rodeos.
—Señor, los anillos de seguridad informan que un aliad