Elena se encontraba emocionada, a su vez los nervios las asechaban; nunca antes había tenido tan cerca la posibilidad de escapar como en aquella noche, llevó la mirada al reloj, había llegado la hora.
Elena llevaba sobre su cuerpo ropa cómoda para poder escapar, de manera sigilosa atravesó aquel largo pasillo y fue en búsqueda de Antonio.
Sus manos sudaban, llevaba la mirada atrás cada que daba unos cuantos pasos, no era para menos luego de su última experiencia con Leonardo luego de ser descubierta.
A la distancia logró observar a Antonio, quien efectivamente se encontraba en el lugar que le había dicho, Elena sintió gran alivio una vez que lo vió; Elena aumentó la frecuencia de los pasos, deseaba con todas sus fuerzas que todo terminara.
El rostro de Elena cambió repentinamente al observar aquella puerta que se abría de un solo movimiento, Elena detuvo su marcha una vez que observó la figura sombría que ingresó por aquella puerta.
Era difícil de no reconocer a Leonardo, detrás d