Aidan
Llego al bar temprano, el hotel aún vibrando con la energía del nuevo día.
Como siempre, el personal está preparando todo para las horas ajetreadas que se avecinan. Me tomo un momento para caminar por el lugar, pero mi mente está ocupada con pensamientos de Brooklyn.
Ella sigue quedándose en mi ático, y no estoy seguro de cuánto tiempo más podremos mantener eso en secreto. Por ahora, solo lo sabemos nosotros, pero sé que no será así por mucho tiempo.
Al pasar por el bar, noto algo que me sorprende: Rachel está trabajando. Está detrás del mostrador, ordenando botellas, con su postura rígida de siempre, pero por una vez está haciendo su trabajo. Es una escena poco común. No puedo evitar alzar una ceja. Tal vez aún haya esperanza para ella.
Intento evitar el contacto visual, pero ya me ha visto. Se acerca rápido, ansiosa por llamar mi atención.
—¡Aidan! —me llama, con la voz empapada de dulzura fingida.
Apenas asiento con la cabeza, manteniendo una expresión neutral. No estoy de hu