Capítulo 166 —La mentira que ahora debía convertirse en verdad.
Capítulo 166 —La mentira que ahora debía convertirse en verdad.
Narrador:
El motor apenas rugía. La noche se pegaba a los cristales del coche mientras los faros dejaban estelas en la oscuridad. Sofía estaba temblando apenas; la ropa le ceñía, manchada de polvo y sangre seca, la frente con un hilillo rojo que le corría hacia la sien. Renzo tenía la camisa arrugada, una sombra roja en la nariz y la mandíbula todavía apretada.
Ella clavó los dedos en la tela de su camisa y, sin darle tanta ceremonia, deslizó la mano hasta la nariz de él y le limpió unas gotas que le brillaban en la piel.
—¿Le pegaste fuerte? —preguntó Renzo, la voz rasposa, mirándola como si evaluara la manera en que eso la había cambiado.
Sofía tocó sus nudillos, aún hinchados. No dudó.
—Sí —dijo —Le pegué. No me importó. Si me rompía la mano, que se rompiera. Quería romperle la cara.
Renzo dejó escapar un gruñido que sonó a mezcla de orgullo y advertencia. La tomó de la muñeca con cuidado y le acarició los nudillos con