Pasaron unos días y Romero me llamó para avisarme que ya Arturo había firmado el divorcio y que solo quedaba esperar a que nos fuera entregada la resolución definitiva.
He de confesar que sentí algo de pesar y no por el hecho de separarme de él, es que no deja de ser un fracaso. Intentar algo y que no salga bien es eso, un fracaso y yo no estaba acostumbrada a eso, jamás fracasé en nada y venía a ser justo esto lo que me daba para abajo.
—Mandy —escuché su voz llamarme desde la entrada, yo estaba metida en la cama con Emilio viendo "El rey León" por enésima vez en la semana.
—Aquí estamos —le respondió Emilio —ven a ver la peli de hoy con nosotros.
Lo escuché merodear por la cocina y luego apareció con una manzana en su mano, la camisa suelta en los primeros dos botones y las mangas hasta los codos, me miró y luego le sonrió a Emilio.
—¿Me haces un lugar? —Me preguntó sentado a mis pies y yo me recorrí un poco para que él se acostara a mis espaldas.
Metió su brazo bajo mi cabeza y con