Al despertar lo primero que hice fue llamarlo, estaba adormilado aún cuando atendió la llamada.
—Hola mi amor, buenos días.
Escucharlo fue casi como tocar el cielo, volver a la vida.
—Julián, te extraño mucho, tuve pesadillas sin ti.
Rió un poco y le conté lo sucedido, me tranquilizó al decirme que hoy mismo estaría en casa con nosotros y que no iría a ningún lado, que solo fue un sueño, un mal sueño.
Lo dejé prepararse para su audiencia y mientras yo me puse a trabajar desde casa, tanto me hacía falta que no tenía ganas de salir, llamé a la oficina y pedí me enviaran todo por correo para no dejar atrasar nada.
Estuve hasta las dos en la laptop y al teléfono, justo a las dos con veinte llegó mi amiga con comida china, nos sirvió a cada uno, ya que Emilio no fue a la guardería, no le vi el caso si yo estaba en casa.
—Amo esa salsita de chile de árbol en aceite —le dije saboreando un rollito de queso bañado en salsa agridulce y la de árbol súper picante.
—No abuses o te darán agruras.
E