Capítulo 78. Repentina aparición.
Francesco se dio la vuelta y observó la figura femenina que corría desesperada hacia él. Sin embargo, en realidad, no hacía falta que se molestara en darse la vuelta.
Ni él ni sus acompañantes tenían intención de moverse del lugar donde se encontraban. Estaban completamente rodeados por un amenazante círculo de hombres armados, cuyas sombras se alargaban ominosamente.
Cada uno de esos hombres empuñaba armas que brillaban con una luz fría y peligrosa, recordándoles que cualquier intento de escape era inútil.
La tensión en el aire era palpable, un silencio pesado interrumpido solo por la respiración agitada de la mujer que se acercaba y el lejano murmullo de la multitud. Sabían que estaban atrapados, como insectos bajo una lupa, y solo podían esperar a que pasara algo.
—Ya les he pedido perdón, señora Visconti. Siento mucho este malentendido, yo...
—¡No me puedo creer lo que veo! ¡Catalina, estás viva! —exclamó con la voz quebrada y los ojos llenos de brillantes lágrimas.
—Claro que est