Capítulo 147. Final y Epílogo.
Francesco se había movido cielo y tierra, empleando toda su influencia y recursos, para asegurar que Roger no fuera condenado por el delito de complicidad.
Su persistencia dio resultado, logrando que la estancia de Roger en prisión se limitara a unas pocas semanas, el tiempo justo para que la ley hiciera su mínima labor sin destrozar su vida por completo.
Esta breve detención, aunque un golpe a su reputación, fue vista por Francesco como una victoria agridulce, un mal menor que evitaba un destino mucho más sombrío para su amigo.
Una vez que recobró su libertad, Roger no perdió ni un instante. Cada día que pasaba en la calle era un día más para demostrarle a Lucía la profundidad de su cambio.
Se dedicó a cortejarla con una persistencia admirable, demostrando con cada gesto, cada palabra y cada acción que su arrepentimiento era genuino y que sus sentimientos hacia ella eran profundos y sinceros.
Le enviaba flores, le escribía cartas donde volcaba su corazón, la esperaba fuera de su trab