Capítulo 68. Camino al altar.
Para ella, tener a Catalina cerca era como un regalo del cielo. No entendía muy bien cómo Francesco la había encontrado ni sabía mucho de dónde venía ni de su vida antes de entonces.
Pero, la verdad, con solo lo poco que había visto de ella en este tiempo que habían pasado juntos, le bastaba y le sobraba para darse cuenta de que era una chica buena de verdad.
Lo que más le llenaba el corazón era ver que Catalina quería mucho a Francesco y que, gracias a ella, él estaba contento y sonreía. Para ella, ver a Francesco feliz con Catalina era lo más importante del mundo.
—¿Ya están preparadas? —preguntó Lucía un poco impaciente, quizás contagiada por la emoción del momento.
Comentó con una pequeña risa que nunca había visto a un novio con tantas ganas de que llegara la hora como Francesco, que parecía que cada minuto era eterno antes de ver a Catalina.
Lucía estaba preciosa con su vestido de fiesta. Era de un bonito color verde esmeralda, con un estilo sencillo que recordaba a la ropa de l