Confusos pensamientos.
Alexander.
Me sentía como un completo idiota, le había hablado a Daría de manera terrible, por estar siguiendo los consejos de Ares.
Pero lo que yo en realidad quería era estar con ella y reclamarla como mía, pero también tenía claro que necesitaba una compañera acta para el puesto de Luna.
De verdad que tenía un caos en mi cabeza, tratando de dejar ese tema de lado, bajé y me uní a la cena. Durante ella no pude evitar mirar a Daria. Ella lucía tranquila, es más, podía jurar que me estaba ignorando, pero la entendía. Hacía solo unos instantes que la había tratado mal, diciéndole que no era más que una invasora. Necesitaba disculparme.
La cena finalizó tranquilamente, ella y su familia se despidieron sin darme oportunidad de disculparme por lo que había pasado.
Sin más que hacer, me fui a descansar, con la idea de ir a la mañana siguiente a la escuela y disculparme con ella.
Emocionado por ir a verla, me levanté temprano, entrené, luego tomé una ducha y salí de casa sin mirar el desayu