Samuel
Llegamos a las once de la noche. Eduardo corrió hasta su núcleo familiar donde mi tío abrazaba a su esposa. Andrés era el soporte de sus dos hermanas, quienes tenían los ojos hinchados. Toda la familia se encontraba en la clínica, los que no, venían en camino… menos Angélica. Llegué a mi núcleo. Mamá también tenía los ojos hinchados, le di un beso en la frente. Sin duda había llorado mucho por la situación.
—Papá, ¿cómo está? —Julián abrazaba a Adara, quien fue la primera en levantarse para abrazarme.
—Voy por café, ¿alguien quiere?
Varios levantaron la mano. Natalia, Santos y Guillermo se ofrecieron a ayudarla. Mi pulga dejó los brazos de su marido para refugiarse en los míos.
—Esperamos que salgan de cirugía. Eros y Rubí no han salido a decirnos nada. Por el último reporte no está muy bien. Tiene múltiples fracturas, algo en el cerebro. —Le di un beso en la cabeza a Maco—. Sam. Gabi se encuentra en la clínica, se desmayó, por eso fue sedada.
—¡¿Qué?!
—En la habitación cuatro