Gabriela
El teléfono volvió a sonar. Llevaba una semana en lo mismo; trabajando. Si no era Beatriz, una de las abogadas del bufete de… —No he vuelto a ver a papá desde esa mañana cuando Emmanuel se accidentó—. Ahora, como él no se encuentra en el país, algunos casos me fueron enviados para ayudarles.
Al principio no quise, sin embargo, desde hace cinco días me siento diferente, amo mi carrera. Sigo encerrada en la habitación, pero ahora con un propósito trabajando de nuevo. Y eso me hizo escribirles a mis profesores para tratar de ponerme al día de manera virtual; se encontraban al tanto de mi caso y aceptaron. Eso significaba que si me pongo de mi parte podré graduarme a finales del año.
Tocaron a la puerta, y eran: Maju, Regina, Mapa y la doctora esa, la cual demostró su asombro e interés cuando vio a… al padre del bebé en mi vientre. Fue cierto que al verlo colapsé como lo hice con mi padre, pero antes de ser sedada. A la doctorcita le brillaron los ojos ante Abdala. ¿A que vino di