Angélica
Me encontraba en la clínica de Alex. Mi bebé había nacido, los paramédicos llegaron cuando Eros cortaba el cordón umbilical. Fue un parto sin problemas, de hecho, solo sentí contracciones fuertes desde la dilatación ocho y esa fue para pujar un par de veces. Tenía entendido que era más traumático, pero no lo fue para mí.
Luego presenté una descompensación, un poco de mareo y zumbido en los oídos, por eso me sacaron del apartamento en urgencias. De mi parte me encontraba feliz porque mi hijo nació perfecto.
—Sigue estable. —Ese era Alex—. El niño no demora en traerlo, también se encuentra bien a pesar de ser sietemesino. Lo mantendremos en observación por unos días.
—Gracias, amigo. No sé qué hubiera sido si no le hago caso a mi madre cuando podía que tomara el primer vuelo para verla.
—Es hermosa tu hermana.
—Espero que solo sea un cumplido, no un anhelo.
—¿No soy digno de tu hermana? — Preferí fingir que seguía dormida.
—Lo eres, pero no te metas en una relación en la cual s