—Señor Bellini —comenzó Lombardi—, antes de mostrarle lo que Amelia escribió, creo que es importante que entienda el contexto. Ella llegó a mi consulta poco después del nacimiento de los gemelos, en 2006. Estaba... destrozada.

Luca frunció el ceño. —¿Gemelos?

Lombardi asintió. —Sí. Guillermo y Emilio. Su embarazo no fue normal, señor Bellini. Mucho menos su parto. No tengo su expediente médico completo de Houston, pero ella me explicó lo poco que entendió.

Hizo una pausa, eligiendo sus palabras.

—Verá, aproximadamente un mes antes de... su encuentro en Ámsterdam, Amelia se había retirado el DIU. Antes de eso, había tenido una relación muy tormentosa con Noah Walker. Incluso había quedado embarazada de él una vez, pero abortó deliberadamente. Eso, según me contó, enfureció a Noah. Él no era solo un novio; estaba obsesionado con ella. La veía como un trofeo inalcanzable.

Luca escuchaba, su estómago comenzando a contraerse.

—Cuando Amelia obtuvo su licencia de p