Hospital ABC - 9:00 AM

La sala de espera de la UCI estaba llena de una energía nerviosa y expectante. El Dr. Ramírez había confirmado que Amelia había pasado la noche estable, su respiración era fuerte y sus signos vitales respondían bien a la extubación.

Guillermo caminaba de un lado a otro, mirando su reloj. —Lombardi se está tardando. Tenía que estar aquí a las nueve para mi sesión con mamá. Ricardo, de pie junto a la ventana, también parecía impaciente. —Intenté llamarlo a su celular. Me manda directo a buzón. Es extraño.

Emilio estaba sentado en un rincón, en silencio, observando a todos. Había dormido mal, la imagen de Ivanka llorando en el jardín se repetía en su mente. La mentira que le había dicho resonaba como una verdad hueca.

En ese momento, las puertas del ascensor se abrieron y Alessandro Bellini entró en la sala. Parecía cansado, su rostro marcado por la preocupación. —Alessandro —lo saludó Ricardo, aliviado—. ¿Sabes algo de Lombardi? No aparece.

Alessandro suspiró, fr