Mundo ficciónIniciar sesiónAhora, el silencio era diferente. La Dra. Navarro había terminado de administrar el sedante. Amelia, agotada por el esfuerzo sobrehumano de hablar, había vuelto a caer en un sueño profundo, pero esta vez era un sueño natural, no un coma. Sus signos vitales, aunque aún erráticos por el shock, se estaban normalizando.
—Está fuera de peligro —dijo la Dra. Navarro en voz baja, su mirada profesional evaluando a Luca—. Lo que acaba de hacer... su despertar... es un milagro. Pero también la ha dejado increíblemente vulnerable. La agitación, la confrontación... casi la perdemos de nuevo.
Luca asintió, su propia adrenalina desvaneciéndose, dejando paso a la culpa. —Fue mi culpa. Ella... Li-Na... —Lo s







