Mundo ficciónIniciar sesiónEl Nuevo Padre
La sonrisa de Amelia, frágil pero genuina, fue como la primera flor de la primavera después de un invierno largo y cruel. Se extendió por sus labios, iluminando sus ojos, y todos en la habitación sintieron un suspiro de alivio colectivo.Luciana, ajena a la profundidad de la escena, seguía parloteando felizmente en italiano, emocionada por la presencia de su madre y la oportunidad de compartir sus secretos con Luca. —Mamma, mamma! Il papà Luca dice che i migliori gelati sono a Roma! (¡Mamá, mamá! ¡El papá Luca dice que los mejores helados están en Roma!) —exclamó, sus ojos brillantes—. E mi porterà a provarli tutti! Il pistacchio è il suo preferito, è verde! (¡Y me llevará a probarlos todos! ¡El de pistacho es su favorito, es verde!) —susurró a su madre, como un secreto.
Amelia rió, un







