Mundo ficciónIniciar sesiónFinalmente, extendió una mano temblorosa y tomó la carpeta. Estaba casi vacía, excepto por un único objeto: un diario. Era un cuaderno de tapa dura, forrado en lo que alguna vez fue cuero azul marino, ahora desgastado por el tiempo. En la portada, grabado en letras doradas casi borradas, se leía: "1993".
El corazón de Luca dio un vuelco. No eran cartas sueltas; era un registro continuo, un año entero de la vida de Amelia después de que él la dejara.Abrió el diario con manos temblorosas. Las páginas amarillentas estaban llenas de la caligrafía de Amelia, inconfundible, aunque más redondeada, más juvenil. Y estaba escrito casi en su totalidad en italiano. Recordó cómo ella había empezado a aprender italiano por él, durante esas conversaciones robadas por correo electrónico desde el internado. Quería entender sus canciones favoritas, sus expresiones, quería entrar en su mundo. Y lo había logrado. Había llenado las páginas de su año más oscuro con el idioma que los unía.Si






